No, ser padres es un camino que se inicia juntos, se descubre juntos y del que se aprende juntos. ¿Difícil? Claro que lo es, hay pocas cosas que en una pareja sea fácil o sencillas, pues cada uno tenemos nuestro carácter, nuestra forma de pensar, en fin, nuestra personalidad y cada uno tiene que adaptarse al otro si queremos que las cosas funcionen.
Y un el nacimiento de un bebé no facilita dicha adaptación, por ello insisto tanto en la importancia que tiene el apoyaros el uno en el otro, en hablar de todo los miedos y emociones que nos cause malestar, en saber decir por parte de una y ver por parte del otro cuando las cosas no están bien y uno de los dos flaquea, cambia de humor o se deprime...Porque de nada vale mirar para el otro lado y responsabilizar a factores externos para no aceptar que mamá o papá no está bien, que necesita ayudan y que tal vez, por una vez tenemos que olvidarnos un poco de nosotros mismos para ofrecer al otro apoyo, ánimo, cariño y si es necesario buscar la ayuda externa necesaria cuando él o ella no es capaz de hacerlo pos si misma.
¡ Seamos valientes, miremos de frente la realidad y ayudemos al que amamos si vemos que sus ojos han dejado de brillar, si ha dejado de sonreír, si el miedo le paraliza... porque padres somos dos y los dos tenemos que luchar ante cualquier adversidad que surja, llámese depresión post-parto, enfermedad o cambios en el entorno familiar. Los dos somos la fuerza y valentía de ese bebé, los dos somos la garantía de su bienestar emocional!
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