Aburrido no es aquel que dice cosas que no entendemos, si no aquel que no entiende lo que alguien interesante dice y no quiere aprender.
RSS

TENGO TANTO QUE CONTAR...

“Tengo tanto contar, que no sé por dónde empezar.
Tengo tanto que compartir, que miedo me da aburrir.
Pero si por aburrir,
una sola mujer, una sola mamá,
vuelve a vivir, vuelve a sonreír,
seguiré aburriendo, cada día, un poquito más”
 
Resumir dos años de mi vida en unas líneas, no es tarea fácil. Pero resumir dos años de emociones encontradas, de culpabilidad rebosante, de respuestas profesionales no acertadas, de llanto reprimido y de experiencias no agradables es un “regalo difícil de desenvolver”.
 
Sí, no me he equivocado en el adjetivo, “regalo”, pues en estos momentos cuando miro al pasado, recuerdo y regreso al presente; doy gracias cada día a mi hija, por haber puesto mi vida patas arribas. Ahora que he salido de la oscuridad, que veo la luz con más nitidez y fuerza que nunca, ahora que sé quién soy, cómo soy y que quiero ser. Ahora que estoy bien, que soy capaz de valorar todo lo que tengo, que soy capaz de valorarme, por todo lo que superé. Puedo decir que esa mala experiencia llamada depresión post –parto me dejó un gran regalo, ser capaz de vivir.

Y… este es el mensaje que quiero transmitir, lleno de fuerza, valentía y sobretodo optimismo, porque el camino no es sencillo, que nadie se equivoque, duele y mucho. Y como consecuencia deja una estela de secuelas y algo de culpabilidad que cada una tenemos que mantener a raya el resto de nuestra vida. Pero también es cierto que de ello salimos reforzadas, más fuertes, más seguras, más desafiante ante la vida. Porque sabemos lo que se siente cuando perdemos nuestro bienestar emocional, pero también somos conscientes de que luchamos para que no se vaya jamás.
Por eso no estás sola mamá, yo estoy aquí, y deseo que muchas mamás también lo estén para que todas podamos arrancarte una sonrisa, motivar una ilusión  y dejar respirar a un corazón cansado de sufrir.
Leer más...

¿Y AHORA QUÉ…?


Hace 9 meses que sabemos que llegaría el momento en el que nuestro bebé dejaría de estar en nuestra tripa para estar en nuestros brazos. Y durante esos 9 meses nos preparamos para ello: cuidados personales, revisiones programadas, ejercicio y alimentación adecuada, una larga lista de todo aquello que necesita el bebé o que pensamos que necesita, el curso de preparación al parto. Curso en el que los papás intentan memorizarlo todo, pobres, pues hasta ahora su participación ha sido limitada, y en el que las mamás no paran de preguntarse si serán capaces de recordar algo en su momento.

Llega el momento, nace nuestro bebe, lo tenemos en los brazos y pocos días después cruzamos el umbral de la puerta de casa junto a esa nueva vida que tanto hemos esperado. Y tras el primer llanto, en la soledad del hogar, con el cansancio acumulado, surge la gran pregunta ¿Y ahora qué?
En este mismo instante, en el que tenemos que poner en práctica esa teoría que tan bien guardada teníamos en nuestra memoria, en papel y en formato libro, para que no se nos olvidara ni el más pequeño punto y aparte. No sabemos cómo enfrentarnos a ello. Justo ahora cuando el miedo, la duda, el cansancio, las opiniones ajenas, las cuales aún no deseamos escuchar, invaden todo nuestro espacio, no paramos de preguntarnos ¿por dónde empezamos?

Empezaremos por entender que no somos perfectas, que el proceso de la maternidad no viene programado en nuestro ADN, como para saber desde el primer minuto que tenemos que hacer, que mamá y bebé están cursando un proceso de adaptación mutuo e individual al mismo tiempo. El bebé como una personita que se está enfrentando a un mundo desconocido, donde todo es nuevo y aún es pronto para asimilar tanto cambio.

Y nosotras como recién estrenadas mamás, cuya maternidad deseamos y necesitamos descubrir poco a poco, a nuestro ritmo, sin presiones externas, sin exigencias insólitas, sin que los demás esperen un todo cuando no sabemos nada.

Empezaremos por pedir respeto, apoyo, ayuda y comprensión, siempre que lo necesitemos, sin miedo, sin vergüenza, sin culpa.

Empezaremos apoyando nos en nuestra pareja, porque no sólo al  bebé le reconforta los brazos de papá y mamá, también a los tres o más, si se repite experiencia, nos calma, nos anima, nos completa el saber que ante todo, ya somos una familia en la que cada una descubrirá su propia doctrina, cada una escribirá una nueva historia, su propia historia.
Leer más...

SE NOS VOLVIDO, EMOCIONAR...

En el siglo XXI, en el que la tecnología, la ciencia y la humanidad en general hemos avanzado tanto. En el que presumimos no hace mucho, de disfrutar de un “estado de bienestar”. En  el que somos capaces de  explicar en su más mínimo detalle, procesos biológicos tan complejos como la fecundación, gestación  y parto. En este, en el que mucho queremos saber  y aún más deseamos tener…se nos ha olvidado que el gran protagonista de toda humanidad es su DESARROLLO EMOCIONAL.

Tal vez ha sido sin querer, tal vez ha sido porque la moda que viste este siglo está confeccionada con ambición, materialidad, estrés, interés propio y alguna costura más. Tal vez porque damos por sentado que todo marcha bien mientras nadie diga nada, no lo sé.
Pero si sé, por como lo viví, y por como lo veo a diario en el trabajo que nuestro estado anímico, emocional y psicológico tiene tanta importancia o quizás algo más que las etapas del antes, durante y después del parto.

Que nuestro “BIENESTAR EMOCIONAL”  durante estas, posee tanta relevancia que marcará que tipo de contrato firmaremos con nuestra maternidad y como nos desenvolveremos en ella.
No considero, ni lo más mínimo, que haya descubierto la pólvora, ni es mi propósito. Pero sí pienso, pido o reivindico, tal vez más desde el ámbito profesional que del personal, aunque ambos son referencia para mí, que deberíamos restar unos minutos de nuestra dedicación a temas en los cuales hemos avanzado mucho, gracias a Dios. Relacionados con todo lo dicho anteriormente y preocuparnos en estudiar, preguntar  y empatizar un poquito más, con esa mujer, con esa madre, que no sabe cómo gritar no puedo más.
Leer más...

CUMPLIENDO PROMESAS...

A vosotros,  a todos, a esas  personas que tan plena hacen mi vida y tan importantes son en mi camino. A todas aquellas que  estuvieron a mi lado en los 19 meses que duró la pesadilla. A las mismas que se emocionaron, brillaron y sonrieron cuando volví a ser yo, cuando les empecé a llenar la cabeza con mis ideas y proyectos, cuando les explique todo lo que implica MATERNIDAD Y BIENESTAR  EMOCIONAL, hoy cumplo mi promesa.

Esa promesa que mí hice a mí misma hace algunos meses: “luchar contra mis propios miedos  al exponer un poquito de mí a este desconocido e infinito mundo on-line, con el fin de ayudar, animar y dar esperanza. Para ofrecer aquello que tanto busque y no encontré, como narro en, Porque el blog”.
Hoy quiero compartir con vosotr@s mi experiencia, por si alguien se siente identificada  y con ella menos sola, más  apoyada, comprendida o aliviada. Hoy ya tengo el valor, la fuerza y el coraje suficiente para  defender, revindicar y demostrar  que no somos una, somos muchas, que no somos raras o locas, débiles o ñoñas, ni mejores ni peores madres por sufrir o haber sufrido miedos, inseguridades, desanimo o depresión en algún momento del embarazo o post-parto.
Somos mujeres y madre que en una nueva etapa nos hemos sentido abrumadas por circunstancias que no supimos digerir, aceptar o adaptar a nuestras vidas. Y tras superarlo fuertes, valientes, luchadoras, capaces de  mirar al mundo de frente, nos comprometernos con nosotras mismas a no volver a perder nuestro bienestar emocional. Porque sabemos que es enfermar sin desear, sin entender, sin comprender porque nos pasó y allí no queremos volver jamás.
Hoy “te invito” a que demos vida juntas a este espacio llamado, MATERNIDAD Y BIENESTAR  EMOCIONAL.
Leer más...

A TODOS,A CADA UNO,GRACIAS!!!

  Sé que no es necesario que os nombre, porque sabéis quienes sois, pero a su vez es necesario contarlo, nombraros, homenajearos, porque sin vosotros aun estaría en la oscuridad, porque sin vosotros no hubiera vuelto a vivir.
A mi niño, como yo le llamo, mi marido. Mi compañero, mi cómplice, creyente incondicional en mí,  mi vida. Gracias infinitas, porque sé lo difícil que fue para ti ver como tu mujer se apagaba, como nuestra recién estrenada paternidad, un deseo mutuo, se hacía más complicado por días. Gracias por quererme tanto, por  respirar hondo y liberar toda tú tensión contenida cuando me viste volver a  soñar, a sonreír, a vivir, gracias por todo tu amor, tu paciencia, tus silencios. Gracias, mil gracias por nuestra hija, es el mejor regalo que me has hecho y han sido muchos.
A mi pequeña, porque pusiste patas arriba mi vida, mis planes, mis sueños, de una manera que me costó entender, asumir, digerir. Pero ahora, con mis emociones firmes, mi cabeza libre y mi corazón abierto, sé que así tenía que ser, porque mamá tenía que volver a nacer. Iniciar una nueva vida con otra perspectiva, con otras prioridades, con otra armonía. Gracias por enseñarme tanto con tan poco.
A mis padres, pobres, que sin saber de qué va eso “de la depresión post-parto”, sin entender muy bien lo que me pasaba, pues en su época se tenía hijos y listo. Se ofrecieron a coger un avión, a acompañarme, a darme lo que fuera con tal de no volver oír  llorar a su hija por teléfono, por tal de no volver a oírme decir “no puedo más”, les asustó, pues nunca lo hago. A ellos que se entusiasmaron y me animaron cuando les conté todo lo que quería hacer con MATERNIDAD Y BIENESTAR EMOCIONAL, a ello que les encanto volver a ver a su hija pequeña feliz.
A vosotras, Silvia, Cristina, Rosa y Vicky, mis amigas, por estar siempre ahí, por vuestras frases: "Venga nena, que tú puedes”, “ Me iría contigo a una isla desierta, porque tienes demasiada suerte”,“ Deja de comerte la cabeza, de exigirte tanto y hazlo”, “ Poquito a poco, a tú ritmo, sin agobios, pero vuelve, que necesito verte mejor”. No es necesario decir quien  ha dicho que, estoy segura que cada una sabe cuál es su frase. Gracias por ofrecerme todo a cambio de nada, a cambio de que mejorara, a cambio de que soñara, a cambio de que me realizara. Gracias porque vosotras hacéis que mi vida sea muy divertida.
A todos y a los que no he nombrado,

¡¡¡Gracias!!!!

Leer más...

TE INVITO…

Te invito a que te tomes un respiro en tú ajetreada agenda de mujer e infinita agenda de mamá. Te invito a que  te prepares tú café o té favorito, te pongas cómoda, dibujes una sonrisa, la pegues a la pantalla y sonrías. Te invito a que te liberes y diviertas con cada una de las líneas que escribas y/o leas en este blog. Te invito a escucharte, ayudarte, superarte. Te invito a que nos escuchemos, ayudemos y superemos juntas, cada día un poquito más.

A comparitr y descubrir nuestra propia manera de vivir la maternidad, según  la personalidad, ideología y prioridades de cada una. Te invito a encontrar nuestro propio bienestar emocional, enfrentando nos a una nueva etapa con optimismo, fortaleza, coraje y mucha confianza en nuestra capacidad de crecernos ante cualquier contratiempo, en nuestras ganas de ser madre lo mejor que sabemos, en nuestras ganas de vivir el momento, de sonreír y de llorar, pero esta vez de felicidad. 
Leer más...